El valor de la amistad
Para conocer el valor de la amistad es necesario saber apreciarlo y no ir diciendo otras versiones a sus espaldas para intentar dejar a esa persona con la reputación por el suelo. No inventarse historias para aislar a cierta/s persona/s del resto de la civilización, porque eso es ser una persona engreída, interesada y que solo piensa en sus propios problemas.
Este tipo de personas buscan únicamente el interés personal y no comprende el sentimiento de culpa, ni lo pone en práctica, éstas personas es mejor cuanto más lejos mejor para uno, porque si no te dejan tocado o hundido en un pozo sin fondo del que te será muy difícil salir, ya que intentan meterte en su mundo para beneficiarse de ello.
Así es normal que éstas personas o estén solas, sin ningún tipo de amistad o sólo tengan amistad con personas de su misma condición, que sólo quieren vivir del cuento o de organizar una especie de secta. La verdadera amistad es aquella que está ahí para lo bueno y lo malo, no la que está por su beneficio personal.
En el mundo hay varias formas de amistad: las que vale la pena mantener y otras que es mejor dejarlas pasar. Pues bien, sólo las primeras son amistades de verdad y en mayúsculas, que quede claro. Las otras no te aportan nada del otro mundo, por eso mejor, déjalas marcharse y que sigan su camino con las personas de su condición.
Este tipo de personas buscan únicamente el interés personal y no comprende el sentimiento de culpa, ni lo pone en práctica, éstas personas es mejor cuanto más lejos mejor para uno, porque si no te dejan tocado o hundido en un pozo sin fondo del que te será muy difícil salir, ya que intentan meterte en su mundo para beneficiarse de ello.
Así es normal que éstas personas o estén solas, sin ningún tipo de amistad o sólo tengan amistad con personas de su misma condición, que sólo quieren vivir del cuento o de organizar una especie de secta. La verdadera amistad es aquella que está ahí para lo bueno y lo malo, no la que está por su beneficio personal.
En el mundo hay varias formas de amistad: las que vale la pena mantener y otras que es mejor dejarlas pasar. Pues bien, sólo las primeras son amistades de verdad y en mayúsculas, que quede claro. Las otras no te aportan nada del otro mundo, por eso mejor, déjalas marcharse y que sigan su camino con las personas de su condición.
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