Madre, el orgullo de poder contar contigo en mi vida

Mi madre es una persona que nunca se rinde y hace lo que haga falta por sus hijos, los quiere, los adora y los cuida como el primer día. Una madre es aquella que pase lo que pase, siempre te apoya sin importarle las circunstancias. Es el regalo más grande que te da la vida, la persona a la que le debes tu existencia.

Es esa persona que te educa, te regaña, te da un techo y te alimenta. Es capaz de darlo todo sin recibir nada a cambio y te sigue teniendo confianza, aunque el resto del mundo te la haya perdido. El amor de una madre es el combustible que hace que un ser humano logre lo imposible. Es una bendición que te hizo Dios.





No existen palabras, ni tiempo, ni grado y calidad de sentimiento, bondad, ternura, lección y amor que nos da una madre. Ser madre significa desconocer que existe la distancia, el imposible, el obstáculo. Significa estar presente en el corazón del hijo esté donde esté. No hay mejor sentimiento de un hijo hacia una madre, y mayor todavía es el amor de una madre hacia un hijo.

Mi madre es una madre coraje, que a pesar de la adversidad, siempre está junto a sus hijos, y más desde que nació mi hermano pequeño con parálisis cerebral, Síndrome de West..., pero no ha dejado de luchar ni por él, ni por nosotros desde el minuto 1, es decir, desde que nacimos cada uno de nosotros, sin excepciones.