Las grandes personas son las que siempre te apoyan

Desde que tengo uso de razón siempre he tenido el apoyo de aquellas personas que no siempre son de tu sangre; pero, ¿a quién le importa la sangre cuando lo realmente importante es el corazón de cada uno?; siempre que sea para hacer el bien, ya sea en las duras o en las maduras; en lo bueno o en lo malo.

Esa gente que te anima cuando estás deprimido y te apoya cuando decides luchar, porque no siempre hay un final cuando crees que lo has logrado todo; pero nunca termina la lucha contra el mundo que nos rodea, hay que buscar la superación; el último resquicio de esperanza, la continua pelea con nuestro subconsciente.



Nunca caminarás solo cuando uno cree que lo tiene todo perdido, si sabes escoger a las personas indicadas; aquellas que nunca te dejarán tirado en la cuneta de una oscura tiniebla, que pase lo que pase te darán el consuelo que necesites o te den un halo de esperanza; un rayo de sol o que te indique el camino a seguir.

El tiempo pone a cada uno en su lugar ya sea de forma positiva o negativa; cada persona se crea su propia reputación en un sentido u otro, si busca hacer el mal lo acabará pagando con la indiferencia del resto de la gente y si se decide por hacer el bien acabará teniendo el apoyo más incondicional de la población.