Por el bien de todos: precaución

Tenemos que tener la prudencia, la precaución y la permisividad necesarias para que todo salga lo mejor posible para nuestros seres queridos durante esta próxima navidad, porque todos o la gran mayoría tenemos en nuestro ámbito familiar a personas de cierto riesgo. No lo digo por poder visitar o no a tus allegados más próximos, sino porque de nosotros puede depender un aspecto fundamental. 


Me refiero que si no lo hacemos bien esta vez, quizás la próxima podría terminar causando alguna baja, lo digo con el fin de proteger y no de alarmar. Estas navidades nos guste o no, acabarán siendo diferentes en muchos más sentidos de los que nos imaginábamos hace apenas unos años atrás. Cada uno debemos ser conscientes de nuestras acciones, sin hacer grandes locuras. 



Tal vez, si fallamos en algo estas próximas fiestas navideñas, el botón de reiniciar la partida no esté operativo. Para volver a abrazar y sentir como antes de la pandemia será cuestión de hacer un buen trabajo entre todos y tener paciencia, mucha paciencia. No es momento para destacar virtudes o defectos, si se pone en peligro la integridad física y sanitaria de otros. 


Revivir aquellos momentos en los que estábamos todos presentes, sin olvidar que no es tan sencillo como lo era anteriormente. En aquellos casos en los que puedan hacerlo, os recomiendo que lo disfrutéis porque podríais ser unos grandes afortunados, no podrá hacerlo todo el mundo tan fácilmente. Las restricciones de muchos países lo impedirán para que la seguridad sea lo más importante. 


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