El castillo de Salobreña, un castillo de leyenda
El castillo de Salobreña fue durante la época del Reino de Granada, una residencia de verano de numerosos reyes musulmanes, en aquel histórico reino durante un tiempo, el lugar llegó a ser residencia habitual de tres princesas que perdieron a su madre a los pocos días de que las diera a luz. Cuando las chicas crecieron su padre las envió a esta localidad costera.
Su padre las envió con una persona que era de total confianza para él, al igual que también lo fue para su esposa mientras vivió. Este rey era conocido como El Zurdo, aunque no se conoce con certeza porque motivos. Esta leyenda ha llegado hasta nuestros días, gracias al escritor norteamericano Washington Irving que lo escribió en sus Cuentos de la Alhambra, durante su estancia en la ciudad de Granada.
El castillo también ha llegado a ser usado como prisión, e incluso, hace no mucho tiempo en una de sus estancias habitaba un león. Pero volvamos a que en este castillo llegaron a vivir tres princesas que habían sido enviadas para protegerlas y tenerlas encerradas junto con una mujer llamada Kadiga, que las cuidaba. Las princesas se llamaban Zaida, Zoraida y Zorahaida y eran trillizas. El castillo fue construido para tener el control sobre los reinos cristianos y así mantenerse a salvo.
Un día llegaron a la orilla tres hombres de origen cristiano, las jóvenes princesas se quedaron prendadas de aquellos muchachos por lo que su padre les ordenó volver al Palacio Real de la Alhambra. Un día dos de las princesas huyeron de Granada, mientras Zorahaida decidió quedarse en Palacio. Desde entonces, Zorahaida se quedó sufriendo en su estancia del palacio hasta que falleció, arrepentida de no haber huido como sus hermanas.
Su padre las envió con una persona que era de total confianza para él, al igual que también lo fue para su esposa mientras vivió. Este rey era conocido como El Zurdo, aunque no se conoce con certeza porque motivos. Esta leyenda ha llegado hasta nuestros días, gracias al escritor norteamericano Washington Irving que lo escribió en sus Cuentos de la Alhambra, durante su estancia en la ciudad de Granada.
El castillo también ha llegado a ser usado como prisión, e incluso, hace no mucho tiempo en una de sus estancias habitaba un león. Pero volvamos a que en este castillo llegaron a vivir tres princesas que habían sido enviadas para protegerlas y tenerlas encerradas junto con una mujer llamada Kadiga, que las cuidaba. Las princesas se llamaban Zaida, Zoraida y Zorahaida y eran trillizas. El castillo fue construido para tener el control sobre los reinos cristianos y así mantenerse a salvo.
Un día llegaron a la orilla tres hombres de origen cristiano, las jóvenes princesas se quedaron prendadas de aquellos muchachos por lo que su padre les ordenó volver al Palacio Real de la Alhambra. Un día dos de las princesas huyeron de Granada, mientras Zorahaida decidió quedarse en Palacio. Desde entonces, Zorahaida se quedó sufriendo en su estancia del palacio hasta que falleció, arrepentida de no haber huido como sus hermanas.
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