Incentivar el transporte en bicicleta, en tren o en autobús

En la actualidad se habla de que debemos hacer para que esta relativa normalidad global que cada vez parece estar más cerca no sirva para que la pandemia vuelva a recuperar el terreno que hemos ganado ya en ciertos países del planeta. Algo a lo que hay cierto temor si lo hacemos de forma irresponsable y desinteresada. Tenemos que ser precavidos/as para que esto funcione.

Parece ser que a pesar de lo que estamos viviendo todos/as en carne propia, aún no hay productos o protección suficiente para toda la población de ciertos de esos países, lo que debe de ser una prioridad ahora mismo es la salud de cada habitante. En los países del Norte de Europa (países nórdicos) cada vez es más habitual ver a la población circulando en bicicletas, trenes y/o autobuses. 

De esto hay que salir en conjunto sin distinguir a que sector representa cada uno, agricultores, granjeros, jardineros, pescadores, marineros... De aquí tenemos que salir todos/as reforzados/as a la nueva realidad. Por ello, ahora se empieza a preguntar que medio de transporte es más adecuado para una circulación individual o colectiva, pero siempre más segura, fiable y menos contaminante.

En relación al medio ambiente, la menos contaminante es la bicicleta, aunque aún así no puedes llegar muy lejos sobre ella. Mientras el autobús es el transporte que nos mantiene más conectados a nivel nacional. El tren está por diferentes ciudades, sin embargo, en estos momentos no está por toda la nación. La fiabilidad y la seguridad dependen del conductor en bus y en tren.