Avancemos hacia un mundo en el que todos seamos iguales

Hay que acabar con las diferencias entre hombres y mujeres, para personas con discapacidad o minusvalía y el resto de personas o de tratar a los niños y niñas de ciertos países como si fuesen adultos y no permitirles el acceso a la educación y los valores de los menores de edad, o sea ponerlos a trabajar y no darles la oportunidad de estudiar.

Para poder labrarse un futuro y que respeten los principios y libertades de los menores, ya sean niños/as o adolescentes. Cuando sean mayores de edad, ya tendrán tiempo de buscar un trabajo. En cuento a los hombres y mujeres debemos llegar a una época en que ambos tengan las mismas ganancias sin importar su sexo.







Las personas con minusvalía o discapacidad hay que respetarlos y comprenderlos como a una persona más, en el que no estén infravalorados con respecto al resto de la humanidad. Cuando en el planeta todos deberíamos de tener las mismas bases, sin ningún tipo de diferencia entre nosotros, ya que todos vivimos en este mundo.

Si no se termina con esta forma de discriminación nos dañaremos unos a otros, ya sea queriendo porque creamos que son diferentes o sin darnos cuenta, sin querer, metiendo la pierna hasta el fondo por algún motivo concreto que otros no llegan a entender o porque nuestras amistades no sean las idóneas para nuestra propia reputación.






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