Barrio de Juan XXIII (Salobreña)

Recordar el lugar donde creciste es lo más hermoso del mundo. De allí salieron vecinos ilustres que siempre que tienen la oportunidad vuelven porque no se olvidan de ese sitio donde hicieron sus primeros años de vida y sus primeras amistades. Éramos pocos vecinos pero estábamos unidos.

 




Cada persona tiene sus raíces y yo estoy orgulloso de haber crecido y de hacerme un adulto en mi barrio aunque ya no vivo en él. Allí jugábamos en la calle pues no había play ni nada parecido. Lo único que podíamos jugar sin hacer mucho ruido era a la Game Boy. ¡Que recuerdos!

 


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