Los valores del deporte contra la pobreza

Luis era un hombre que se dedicaba a ayudar a los/as chicos/as desamparados/as por la sociedad y que en su ámbito familiar, lo único que veían era la violencia y la pobreza. De forma que un día se le ocurrió fabricar un balón de cartón y unos palos para formar las porterías, con los cuáles le demostró a todos/as que había otras soluciones a sus problemas.

Les mostró junto a otros/as misioneros/as, unos valores diferentes a los que conocían en aquella zona del planeta; de forma que organizaron un partido de fútbol. Estos/as, agradecidos/as por cómo los trataban con respecto al resto; decidieron hacerles una especie de escultura con hojas de los árboles y otros materiales de su entorno.





Con el paso de muchos años fueron llegando personas de fuera de ese territorio como aldeas cercanas y se dieron cuenta de que había algo mejor que la violencia y el maltrato. Aún así no dejaron de ser pobres pero descubrieron el valor de la amistad, tanto fue así que decidieron fundar en su pequeña aldea algo tan importante como el día del deporte.

Las generaciones pasaron pero nunca olvidaron a aquel hombre que les descubrió que un mundo mejor sería posible siempre y cuándo creyeran en algo más importante que la ambición. A día de hoy, aquellas zonas de nuestro planeta siguen sintiendo esos valores gracias a los cuáles dejaron de existir aquellas antiguas costumbres; para así pasar a ser un lugar de paz y armonía.