Principio de acuerdo en la cumbre del clima de París 2015
La cumbre del clima (COP21) de París ha aprobado el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, en el que cerca de 200 países, tanto desarrollados como en desarrollo, se comprometen de manera histórica a transitar de manera conjunta hacia una economía baja en carbono.
Para lograr el acuerdo que marca el inicio de un nuevo modelo de desarrollo han hecho falta veintiún años de cumbres del clima y doce meses de los más intensos esfuerzos diplomáticos que se hayan hecho en la historia. “Este es el acuerdo más complejo que se ha negociado nunca”, han reconocido los secretarios tanto de Naciones Unidas como de la convención de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres.
El acuerdo que se acaba de aprobar tiene como objetivo “mantener la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales“, aunque los países se comprometen a llevar a cabo “todos los esfuerzos necesarios” para que no rebase los 1,5 grados y evitar así “los impactos más catastróficos del cambio climático”.
Para lograr ese objetivo, recoge compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático de cada una de las 196 partes del acuerdo y obliga a los países tanto a rendir cuentas de su cumplimiento como a renovar sus contribuciones al alza cada cinco años.
También aseguró que el acuerdo “hace un gran reconocimiento a la adaptación, al mecanismo de pérdidas y daños por el cambio climático, y a la acción climática antes de 2020″, y todo ello “en base a las capacidades de cada uno”. Y fija como suelo para la financiación climática un mínimo de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020.
Para lograr el acuerdo que marca el inicio de un nuevo modelo de desarrollo han hecho falta veintiún años de cumbres del clima y doce meses de los más intensos esfuerzos diplomáticos que se hayan hecho en la historia. “Este es el acuerdo más complejo que se ha negociado nunca”, han reconocido los secretarios tanto de Naciones Unidas como de la convención de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres.
El acuerdo que se acaba de aprobar tiene como objetivo “mantener la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales“, aunque los países se comprometen a llevar a cabo “todos los esfuerzos necesarios” para que no rebase los 1,5 grados y evitar así “los impactos más catastróficos del cambio climático”.
Para lograr ese objetivo, recoge compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático de cada una de las 196 partes del acuerdo y obliga a los países tanto a rendir cuentas de su cumplimiento como a renovar sus contribuciones al alza cada cinco años.
“Este acuerdo ayudará a proteger a los pequeños Estados insulares de la subida del nivel del mar, apoyará tecnológicamente al desarrollo de África, ayudará a Latinoamérica a proteger sus bosques, asistirá a los países petroleros en la diversificación del modelo energético y creará resiliencia para todos”. Se trata, añadió Fabius, de un pacto “imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria, la salud pública, los derechos fundamentales y la paz”.
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